QUIEN MÁS PASEÍLLOS HA HECHO EN “LOS
CALIFAS”
RAFAEL PÉREZ LAMARCA HA HECHO SU ÚLTIMO
PASEÍLLO EN "LOS CALIFAS".
DESDE EL AÑO 1969 HASTA 2025, HAN SIDO
56 AÑOS DETRÁS DE LOS PICADORES
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
Rafael Pérez Lamarca es un taurino de lujo nacido en el popular barrio del Campo de la Verdad que en su juventud quiso ser torero y llegó a torear incluso de luces en "Los Califas".
Por falta de apoyos desistió, pero nunca se
desvinculó de la Fiesta y siguió en la brecha como monosabio o como mulillero.
Han sido 56 años cruzando el albero de nuestra plaza de toros y sin duda es la
persona que más veces ha hecho el paseíllo.
Sin antecedentes taurinos en su familia, Rafael se sintió atraído por la tauromaquia después de asistir, de niño, con un tío suyo a una novillada a la antigua plaza de “Los Tejares”. Todo ese ambiente y colorido lo dejó fascinado. Desde entonces no pensaba nada más que en volver a los toros y toreaba en casa con las toallas.
Por
aquella época en Córdoba se daban muchas novilladas sin caballos para los
chavales a precios muy asequibles. Y
claro, cada vez que iba a “Los Tejares,” la afición iba creciendo en el de una
manera muy intensa. Y cuando tenía 16 años entrenaba con otros aficionados como
"El Mesías" y "El Coli" en un descampado que había en esta
zona de la ciudad.
Igualmente al matadero municipal llegaban de
vez en cuando vacas bravas viejas para
su sacrificio y en cuando que se enteraban, saltaban la tapia de noche y les daban algunos pases a la luz de la luna.
Pero no era suficiente, se quedaban con muchas ganas de torear por derecho...
Rafael
consiguió actuar en la Becerrada Homenaje a la Mujer Cordobesa, gracias al
alcalde Antonio Alarcón que era muy amigo de este tío suyo con el que compartía
afición. A través del Alcalde, como ésta becerrada la organizaba el Aytto,
toreó en este festejo hasta en cuatro ocasiones.
De ahí pasó a torear de luces en la parte seria del espectáculo cómico del Bombero Torero. Y poco más, la falta de apoyo económico y de padrino le hizo desistir en contra de su voluntad, pero ya se sabe lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
Y como torero no podía ser y para no desligarse del mundo del toro, la única manera que tenía de pisar el albero era como mozo de caballos o monosabio, así que no lo dudó.
Y
desde la temporada 1969, hasta este año de 2025, han sido 56 años cruzando el
albero cordobés. Lo mismo que ha hecho, trabajando con distintas cuadras de
caballos, en otras muchas plazas como Málaga, Oviedo, Burgos, Jaén, etc... y en
un sinfín de plazas de pueblos y en portátiles.
Rafael no lleva la cuenta de en cuantos festejos ha
hecho el paseíllo, pero calcula que son varios centenares.
Pero como todo tiene su fin, y los años pesan, este año en la feria taurina de Córdoba ha realizado su último paseíllo. La tarde del día 25, ( alternativa de Román), ha sido la despedida de un hombre que ha vivido intensamente la tauromaquia y, lo más importante, siendo eficaz cumpliendo su cometido. Y lo lamentable es que para monosabios o mozos de caballos no hay cantera.
Pero Rafael es optimista y considera que mientras exista la necesaria e imprescindible figura del picador, no faltara la colorista figura del monosabio a su vera. Picador y monosabio van indisolublemente unidos y siempre habrá alguien dispuesto a realizar esta necesaria labor en la Fiesta de los Toros.
Me dice que guardará su querido equipo de monosabio, como gratísimo recuerdo de unos años inolvidables.
Pues,
a partir de ahora, nos vemos en el tendido, querido amigo.
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