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miércoles, 12 de marzo de 2025

 LA PEÑA TAURINA DE MONTILLA VISITA  LA GANADERÍA DE VICTORINO MARTÍN EN EL 60 ANIVERSARIO DEL MÍTICO HIERRO 60

Ladislao Rodríguez Galán               fotos: móviles de peñistas

Con motivo de conmemorarse este año el 60 aniversario de la ganadería de Victorino Martín , la junta directiva de la Peña Cultural Taurina de Montilla, que a cada instante organiza la visita a una ganadería, ha decidido que en esta ocasión sea a la mítica ganadería de Victorino Martín, cuyas reses pastan en la finca Las Tiesas ( Coria). Y allá que se fueron.

LA GANADERÍA

Aunque el protagonista del día fue la lluvia y el viento, la excursión no se suspendió (solamente el tentadero) y tal como estaba previsto se recorrió la dehesa y se pudieron contemplar a los animales en libertad. Animales preciosos de estampa a los que se le realizaron infinidad de fotos. El agua no fue obstáculo para traerlos a Montilla inmortalizados entre el agua y el barro, pues  el vehículo en el que se hizo la ruta estaba muy bien preparado para estos inconvenientes y no calaba ni una gota.





 








EL TORO “BELADOR”

En la visita al Museo de la ganadería, la estrella fue el toro “Belador” marcado con el número 121 de 520 kilos de peso, que fue lidiado e indultado por Ortega Cano en la plaza de Las Ventas de Madrid, el día 19 de julio de 1982.

Esta corrida fue organizada por la Asociación de la Prensa de Madrid y el toro “Belador” es el único toro indultado, hasta ahora, en la primera plaza del mundo. Por eso se encuentra disecado, mostrando su bella estampa, como gran atractivo en el centro de una sala del Museo.

































EL VIAJE

Programado este viaje desde hace varios meses ( con un tiempo espléndido) a la hora de salir los nubarrones teñían de cárdeno oscuro el cielo. Algunos socios decidieron quedarse en casa, pues según apuntaba la meteorología  el viento y la lluvia serían compañeros de viaje. Con todo y eso fueron casi cincuenta personas las que se embarcaron en la aventura. Y a decir verdad volvieron muy contentos con el trato recibido, que comenzó con la estancia en el hotel para hacer noche, después el recibimiento en la ganadería por parte de una hija de Victorino y sobre todo por lo que pudieron contemplar echándole un pulso al mal tiempo. Disfrutaron con los animales y con la preciosidad del Museo donde se exponen la enorme cantidad de premios y trofeos conseguidos por estos míticos toros en las plazas más importantes.

Y las paredes decoradas con las cabezas de los toros que han prestigiado el hierro de esta casa ganadera. Todos ellos contribuyeron, con su juego excepcional en el ruedo, a acrecentar la leyenda de los Victorinos.

En una palaba, mereció la pena el viaje.

































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