MANO A
MANO CON SALIDA A HOMBROS EN CABRA
Ganado: un
toro de Pallarés y dos de Benítez Cubero (misma casa ganadera) para rejones, y
tres de La Palmosilla para la lidia a pie, bien presentados en conjunto y de
juego desigual.
Guillermo
Hermoso de Mendoza: pinchazo y rejón (dos orejas); rejonazo y dos descabellos
(oreja).; y pinchazo y rejón (oreja).
Borja
Jiménez: estocada (dos orejas); pinchazo y estocada (oreja); y estocada
(dos orejas y rabo).
Plaza: Cabra.
Media entrada en tarde de temperatura agradable.
Texto y
fotos: Rafa Cobo
Dentro de
los llamados festejos mixtos, no es muy habitual que se anuncie un mano a mano
entre un rejoneador y un matador de toros, por lo que la cita de ayer en Cabra
tenía su interés, máxime si en el cartel figuraban dos de los llamados a
liderar en un futuro no muy lejano sus respectivos escalafones.
En el
caso de Guillermo Hermoso de Mendoza, lleva en los genes las virtudes de su
padre y alguno de los ejemplares de su exquisita cuadra, mientras que Borja
Jiménez está cuajando una temporada para enmarcar con sonados y rotundos
triunfos en plazas de postín.
Con estas
mimbres arrancaba una tarde en la que otra de las notas positivas fue la más
que aceptable presentación de las reses, aunque otro cantar fue el juego que
los seis ejemplares lidiados ofrecieron, condicionando el desarrollo de las
faenas.
Así, los
tres de La Palmosilla para la lidia a pie, particularmente los lidiados en
segundo y sexto lugar, permitieron a Borja Jiménez demostrar el dulce momento
que atraviesa y la soltura con la que maneja los engaños, dejando plena
constancia de ello en el primero de su lote con varias series por el pitón
derecho preñadas de temple, sin dejar atrás una tanda de naturales finalizada
con un interminable pase de pecho.
En el segundo de su lote, cuarto de la tarde, el sensacional puyazo que recetó Tito Sandoval, fue mermando al de La Palmosilla a medida que transcurría la faena de muleta, en la que también sobresalieron varias tandas de derechazos, tal vez más redondas que las que Jiménez recetó a su primer antagonista, aunque en esta ocasión con un toro ya venido a menos, cuajando otra gran actuación en el que cerraba plaza, con tantas por ambos pitones en las que tenía que sortear el molesto cabeceo de su oponente, que terminó claudicando ante la fijeza y es gran planteamiento de faena que hizo el rubio matador de Espartinas, lo que le valió los máximos trofeos.
Por su parte, Guillermo Hermoso de Mendoza dio sobradas muestras de un exquisito manejo de las cabalgaduras, en tres faenas de similar corte pero con muchos matices, condicionado en parte por el juego que ofrecieron los ejemplares de Pallarés, lidiado en primer lugar, y Benítez Cubero.
Así, en el que abría plaza, tras ahormar su brusca embestida con dos rejones de castigo, el caballero se gustó en banderillas al estribo, clavando dos rosas muy ajustado a tableas, y un par de cortas a dos manos, muy aplaudido por el respetable.
En el segundo de su lote, con la cabeza muy alta, destacó igualmente en las banderillas y las cortas, en este caso dejando tres en todo lo alto, mientras que en el quinto, un ejemplar sin transmisión, Guillermo tuvo que ponerlo todo de su parte y animar a los tendidos en un espectacular par de cortas a dos manos en terrenos inverosímiles.
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