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REBUSCANDO EN MI  ARCHIVO

 MANUEL RODRÍGUEZ Y MANUEL DÍAZ DOS MAESTROS QUE DEMOSTRARON EN EL RUEDO SU ENTREGA Y VERGÜENZA TORERA

Ladislao Rodríguez Galán                                           foto: Ladis

De siempre he mantenido que las fotografías, sea cuales fueran, con el paso del tiempo se convierten en históricas. Lo mismo las que hacemos los profesionales que las que toma cada cual a su familia en vacaciones. Porque díganme ustedes ¿Quien no se ha derretido al encontrarse en un cajón de un mueble o en una carpeta una foto de su hijo cuando era un bebé o de sus padres ya desaparecidos?. Ese es el agradecimiento de la fotografía, que te retrotrae a tiempos pasados con la frescura como si se hubiera tomado hoy. Bendito invento.

Acabo de encontrarme, rebuscando en mi archivo, esta fotografía tomada en 2014, de mi recordado y querido compadre Manuel Rodríguez Requena y de Manuel Díaz “El Cordobés”. La foto está tomada en Zagrilla, una aldea de Priego de Córdoba en 2014. Díaz había toreado en las Canteras y después habíamos quedado en el hotel. Allí nos acercamos Manuel Rodríguez, su esposa Carmen Poyatos, y nosotros, mi esposa Ana y yo, para que mi querido compadre le enseñara a Díaz un álbum que le monté del festival que su padre Manuel Benítez “El Cordobés” toreó el 5 de abril de 2014 a beneficio del Cáncer. Que además supuso su última actuación en público cuando contaba 78 años.

Cuando el torero se duchó bajó al hall del hotel y compartimos un buen rato de conversación. El reportaje fotográfico le encantó y me pidió uno para que su hijo Manuel viera a su abuelo torear con esa edad. Encargo que cumplí debidamente días después.

En aquellos años, aunque estaba cerca, no se había producido aún el acercamiento entre padre e hijo.

En esa reunión tuve oportunidad de tomar la foto que abre este artículo. Dos figuras del toreo unidas en un abrazo. Sin público por medio y sin rivalidad en el ruedo. Pero un abrazo sincero entre dos amigos que sabían de la lucha por llegar a ser toreros.

Manuel, desde siempre, fue seguidor y defensor del joven torero. Le siguió por infinidad de plazas y lo defendió cuando fue menester.

A pesar de la diferencia de edad y época, Manuel Rodríguez tomó la alternativa en San Feliú de Guixols el 5 de septiembre de 1965 de manos de Dámaso Gómez siendo testigo Amadeo Dos Anjos y Manuel Díaz se doctoró en Sevilla el 11 de abril de 1993, siendo el padrino Curro Romero y testigo Juan Antonio Ruiz “Espartaco”.

Les separaban 18 años de alternativa pero les unía su gran corazón y su vergüenza torera. Dos épocas distintas pero dos corazones similares. Dentro del ruedo ninguno de los dos se dejaba ganar la pelea y en la calle eran generosos y cercanos y, por tanto, amigos de todo el mundo.

Manuel nos dejó hace un año, habiéndose ganado el respeto y la admiración del mundo del toro y Díaz se retiró el año pasado, cuando su padre le cortó la coleta en la plaza de Jaén a los treinta años de tomar la alternativa.

Foto para la historia con dos figurones del toreo cuya vida y toreo están grabados en la mente de todos.