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lunes, 20 de mayo de 2024

 

2ª Y ÚLTIMA DE ABONO

MENOS MAL QUE TENEMOS A ROCA REY

MORANTE NO RESPONDE A SU CATEGORÍA Y JUAN ORTEGA TOPA CON UN LOTE DESLUCIDO

 

Ladislao Rodríguez Galán                                    fotos: Ladis

Plaza: Córdoba. Algo más de tres cuartos de entrada.

Ganado:  cinco toros de Domingo Hernández y uno de Garcigrande, mal presentados para una plaza de primera  sosos y deslucidos, a excepción del sexto que se dejó.

Morante de la Puebla: estocada caída (palmas) y media en los bajos (gran bronca)

Juan Ortega:  estocada (ovación) y dos pinchazos( ovación)

Andrés Roca Rey: estocada (oreja), y estocada (dos orejas).

Incidencias: Se lucieron los hombres de plata. Joao Ferreira, Viruta y Paco Algaba saludaron tras parear. Roca Rey salió a hombros.

Reconozco que ser presidente en cualquier plaza de toros es harto difícil, sin embargo creo, sinceramente, que en Córdoba además de difícil es tremendo. Primero hay que dejar "pasar" ganado que no es apto para esta plaza que se sigue denominando de primera categoría. Después el público pide y pide y si no se cumple su demanda se cabrea. Como es sabido el respetable concede la primera oreja, la segunda es potestad del presidente, que casualmente, se sabe el reglamento al dedillo y valora muchos detalles que pasan desapercibidos al gran público. Y ahí está la diferencia. Por eso, en la mayoría de los casos,  los aficionados se ponen del lado del palco y, mientras  los demás pitan, ellos aplauden. Es difícil contentar a todos cuando se tiene la razón. Lo dicho, para ser presidente en Córdoba, aparte de  buen aficionado, hay que ser  sufridor.

 

La mini feria se cerró con una corrida de toros sin presencia, que no satisfizo a nadie en el aspecto ganadero. Sin embargo el festejo fue un verdadero espectáculo, tanto en lo referente al  éxito de unos como como al fracaso de otros.

Por un lado Morante mostró las dos caras de su personalísimo estilo. Mientras en el primero pareció que venía con ganas tras el lucido saludo capotero y una faena aseada, en el segundo dejó que el piquero masacrara al animal (se ve que de salida no le gusto el bicho). Con la muleta no se anduvo con remilgos y atacó rápidamente con la tizona tras unos trapazos indignos de su indiscutible categoría. Morante en su salsa. La plaza se venía abajo entre pitos y bronca. Un espectáculo.




Juan Ortega, que en Córdoba no acaba de dar con la tecla, estuvo voluntarioso y artista ante un lote impresentable y mientras los toretes se dejaron, dejó su sello de calidad. Tanto con el capote como con la muleta anotó destellos de su buen hacer. Pero cuando no hay ladrillos no se puede hacer pared. Lástima por que su toreo convence.




Roca Rey no se anduvo por las ramas. Vino a triunfar y lo consiguió. Es un torero que atrae a las masas. El público se le entrega enseguida y el corresponde con un toreo de emoción. En sus dos toros  se dejó el alma. Cuando el motor de los animales comenzó a griparse se pegó un arrimón de pánico con los pitones rozándole las taleguillas y eso fue el punto de la i de la palabra triunfo. Una tarde más hay que hacer nuestro el dicho que apunta que “Menos mal que tenemos a Roca Rey”. Salvó la tarde…y probablemente  la feria. 



Andrés tiene compromiso con el respetable en cada paseíllo y eso le hace crecerse y dar el paso adelante. Y si el toro no embiste lo hace el. El caso es que se siente necesario para que la Fiesta no se ahogue. Y lo consigue. Es la luz que alumbra a la tauromaquia…ojalá tarde en apagarse por el bien de todos. Salió a hombros arropado por una ingente multitud de jóvenes que demuestra que la Fiesta está muy viva. Digan lo que digan.





Muy fino tiene que hilar el jurado del Trofeo Municipal Manolete para que no vuelva a sus manos la  preciada estatuilla por tercer año consecutivo.

Por lo demás ya se sabe. Se bajó el telón del mini ciclo ferial. Ahora se levantará el otro, el de los espectáculos musicales, que inutilizará el ruedo para el toreo por lo menos hasta noviembre que, probablemente, se celebrará el festival que está organizando “El Cordobés”. 
¡Ay Dios mío!.

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ










 



 







































 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Escasa presentación ganadera, de pena. La repetición de Morante incomprensible. Mucha juventud en la plaza y bastante público, ya no pueden echar la culpa a los aficionados. Y la sociedad propietaria no tiene alma de aficionada. Le da igual el tema taurino y da pena como un mito como Benítez, tenga que esperar turno.

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