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miércoles, 1 de febrero de 2023

 

LX ANIVERSARIO DE ALTERNATIVA DE "EL CORDOBÉS" EL GRAN REVOLUCIONARIO DE LA HISTORIA DEL TOREO

UNO DE LOS PILARES ESENCIALES EN LOS QUE SE HA SUSTENTADO LA TAUROMAQUIA DEL SIGLO XX 



Rafael  
Jordano Salinas- Catedrático de Veterinaria de la UCO y Académico

El 25 de mayo del año en curso se cumple el sesenta aniversario (1963-2023) de la alternativa de Manuel Benítez Pérez El Cordobés en la desaparecida plaza de “Los Tejares”, con el toro Palancar de Samuel Flores, apadrinado por Antonio Bienvenida y como testigo José María Montilla. Esa tarde cortó cuatro orejas y un rabo. Tras completar una triunfal Feria de Nuestra Señora de la Salud recibió su primer trofeo Manolete

Como hitos de una trayectoria de más de mil corridas hay que recordar sus ocho salidas por la puerta grande de la primera plaza del mundo, llegando a cortar ocho orejas en dos tardes en la Feria de San Isidro de 1970. Previamente, en la tarde de su confirmación en “Las Ventas” (20 de mayo de 1964), de manos de Pedrés y en presencia de Palmeño, le concedieron una oreja del toro Impulsivo de Benítez Cubero sin entrar a matar, ya que sufrió una cogida grave en la faena de muleta siendo llevado a la enfermería. Dicho festejo seguramente ha sido el que más expectación ha causado en toda la historia del toreo llegándose a cortar el tráfico rodado en algunas ciudades, debido a las aglomeraciones ocasionadas en bares y escaparates de tiendas de electrodomésticos para presenciar el acontecimiento por televisión (muchas empresas autorizaron a sus trabajadores para salir antes).

También atravesó a hombros la puerta del príncipe de la “Real Maestranza de Caballería”  de Sevilla, tras cortar dos orejas y rabo al toro Bancalero de Carlos Núñez (20 de abril de 1964). Tanto de novillero (109 festejos en 1962) como de matador (121 corridas en 1970 y 31 en agosto de 1965) superó los registros establecidos. 

Lideró el escalafón taurino en cuatro ocasiones (1965, 67, 70 y 71) y en Hispanoamérica, especialmente en México, estaba considerado un auténtico ídolo. Fue el primer torero que cobró un millón de pesetas “un kilo” por festejo.

Cuestionado por gran parte de la crítica, sobre todo por sus formas y puesta en escena, Benítez nunca respondió a sus detractores; decía “cuanto más me criticaban más me ensalzaban”. El reputado escritor y crítico taurino Delgado de la Cámara refiere (en un excelente programa online de su autoría titulado “El Cordobés ¿Verdad o Publicidad?”), que durante años lo taurinamente correcto era ignorar a El Cordobés; “existía una enorme distancia entre la verdad oficial y la auténtica verdad”.  

Dicho autor, visionando una actuación ante un toro de Herederos de Carlos Núñez en Alcalá de Henares (1971), observa un prodigio de faena ejecutada con un valor extraordinario en la que el diestro cordobés toreaba en redondo sin moverse (girando sobre los talones) dando series de hasta diez muletazos y el de pecho;  una mano  izquierda con una muñeca prodigiosa y una muleta que no abusaba de los toques para fuera… “Un faenón prodigio de quietud y ligazón”. En opinión de Delgado: “El toreo moderno se inicia con Joselito y Belmonte (1914) y culmina con El Cordobés (1971), uno de los mejores muleteros de todos los tiempos; Chicuelo sintetiza a los protagonistas de la Edad de Oro del toreo, siendo Manolete quien lo hace con personalidad…”.

El Cordobés fue un verdadero fenómeno social que se adueñó del toreo en la década de los sesenta del pasado siglo (a pesar de la extraordinaria baraja de toreros que estaban en activo) y consiguió que los grandes empresarios taurinos estuvieran a su merced.

 Los mismos que, ante la amenaza de retirada en 1967, acudieron a Villalobillos para disuadirlo (el torero de Palma del Río les hizo firmar el denominado pacto de la almohada). Recientemente, el historiador y escritor villaduqueño González Viñas ha publicado un interesante libro con el sugerente título “El Cordobés y el Milagro Pop” (Editorial El  Paseíllo, 2022) en el que relata: “Y donde nadie vio nada, el Pipo ve a un ídolo de masas en aquel muchacho reticente a darle la única fotografía que posee (…) toreando una enorme vaca brava en una capea (...) El resto, la materialización del milagro, se lo brindan los tiempos: la era de los medios de comunicación de masas, la era pop”. Y añade, Manuel Benítez se transformó en El Cordobés porque la sociedad española demandaba que así lo hiciese. Como el mismo afirmó: “Yo me debo al pueblo”. 

Para Cossío, El Cordobés es ”un auténtico mito cuya fama traspasó todas las fronteras”. Su gran proyección internacional hizo que los Beatles le ofrecieran rodar una película. Igualmente,  ocupó varias portadas de Life y Paris Match, se relacionó con Robert Kennedy y fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Gerald Ford. 


No obstante, fue el bestseller  “…O llevarás luto por mí” de Dominique Lapierre y Larry Collins (1968), traducido a numerosos idiomas y de ventas millonarias, lo que ha contribuido en mayor medida al conocimiento de El Cordobés por todo el mundo.

 El Ministerio de Cultura, finalmente, le otorgó  la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes en 2014 y anteriormente  Córdoba le distinguió con el mayor reconocimiento que pueden recibir sus toreros: Califa del toreo. 

Fue solemnemente proclamado en un gran acto popular celebrado en el Alcázar de los Reyes Cristianos el 29 de octubre de 2002. Precisamente, el pasado mes de noviembre, Manuel Benítez fue recibido en el palacio de San Telmo por el presidente de la Junta de Andalucía en reconocimiento y homenaje al diestro cordobés al cumplirse el veinte aniversario de su nombramiento como V Califa. Unas semanas después, hemos tenido la satisfacción de ver imágenes del Maestro toreando en el campo a sus ochenta y seis espléndidos años. El Cordobés, persona inteligente, de gran categoría personal y simpatía arrolladora, inevitablemente, se convierte en auténtico protagonista de los eventos a los que acude. El pasado año presentó ante un auditorio repleto la Fundación que lleva su nombre, dedicada a la memoria histórica de su figura y a la fiesta de los toros, siendo acogido con grandes muestras de cariño por el público asistente.

En definitiva: mito, ídolo de masas, fenómeno social… El Cordobés, uno de los pilares esenciales en los que se ha sustentado la tauromaquia del siglo XX, es el gran revolucionario de la historia del toreo.




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