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HERRADERO EN LA GANADERÍA DE CARLOTA ARENAS EN LA FINCA LA ZAMARRONA

Ladislao Rodríguez Galán                     fotos: Ladis

Gracias a Dios las piezas están volviendo a encajar y la temporada 2022 ha culminado con más de mil festejos celebrados, según datos oficiales. Y entre tanta noticia de descalabro ésta nos llena de satisfacción a la buena gente del toro.

En la última semana del año que acaba de terminar hemos asistido a un herradero en la ganadería de Carlota Arenas, cuyas reses pastan en la finca "La Zamarrona", en el término municipal de El Pedroso (Sevilla).

Situada junto al pantano de los Melonares, cuyas aguas lamen literalmente las estribaciones de la finca, el aspecto ha cambiado radicalmente tras las beneficiosas lluvias caídas pues el verde resplandece entre las encinas dando al paisaje  un encanto especial. El campo después de las lluvias y bajo los rayos del sol es un auténtico lujo.

La mañana era espléndida y algunas florecillas, adornan los laterales del carril que conduce a la finca. Fui acompañado de mi querido amigo Paco Ureña y ambos tuvimos la ocasión de observar varios venados que detenían su marcha para mirar curiosamente el paso del automóvil.

 En la finca ya estaba Antonio Arenas dale que te pego a las migas camperas (  dicho sea de paso exquisitas) para el desayuno. La ganadera y su padre Juan esperaban a los invitados. Era cuestión de poco tiempo que fueran llegando. Y efectivamente así fue. Todos dispuestos a pasar una jornada agradable. No faltaron Mario, José María,  Ángel Salas y Antonio Zapatos, junto a  Ana, Olivia y Bestille tres amigas de la casa, venidas de Francia que querían descubrir el desarrollo de esta faena ganadera imprescindible.

Y cuando las sabrosas migas desaparecieron del perol nos encaminamos a la zona del herradero. Como notaria de todo lo acontecido la veterinaria María Carreira de la Fuente.

Pendiente de que los hierros estuvieran bien candentes, otro amigo de la casa, el matador de toros Antonio Manuel Puntas.

En total se  herraron trece animales (entre machos y hembras) que son el futuro de la ganadería.

Es sabido que en estas tareas suelen asistir, aparte del titular de la ganadería y su equipo de colaboradores, un breve número de invitados que observan pero no intervienen.

En la jornada de hoy formaron equipo activo en el herraje, aparte de los señalados, la propia Carlota, sus tíos Antonio y Fabián  Arenas,   el mayoral Manuel Salinas y el vaquero Luciano Barrios.

Las reses se herraron con la técnica moderna del cajón, pero la última becerra, marcada con el número 112, se herró a la usanza antigua, o sea trepando al animal y sujetándola en el suelo.

Todo salió como estaba previsto, salvo que esta última becerra cuando buscaba la puerta hizo hilo con uno de los perros y se volvió originando un pequeño sobresalto entre bastidores al pillarnos a todos confiados. No pasó nada y tras el susto...a compartir un sabroso arroz - guisado por Antonio Martínez-  del que dimos oportuna cuenta junto a otros ricos manjares cocinados por Elizabeth.

Y como el campo está lleno de sorpresas a los postres Carlota sacó una guitarra, que conserva como oro en paño, ya que se la firmó y regaló Paco Cepero, y entonces se formó el alboroto.

Como maestro guitarrista Adrián Liñan y al cante Mariano Melones y  David de Marismilla.  Y los demás atentos y disfrutando del cante bueno, de verdad y espontáneo.

Se tocaron todos los palos del flamenco y aunque la noche "ardía" por el buen cante, no teníamos más remedio que regresar a Córdoba y lo hicimos mientras nos despedía el rasgueo de la guitarra...

CARLOTA ARENAS, UN ENCANTO DE MUJER

 

LA CÁMARA ESTABA ALLÍ