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EXITOSO TENTADERO DE LA ESCUELA TAURINA DE CÓRDOBA EN "EL RODEO"

NUEVE ALUMNOS DISFRUTAN TOREANDO GANADO DE CATEGORÍA

Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis

Viajar a la Costa del Sol es siempre una satisfacción. Málaga y su costa es un atractivo irresistible para nacionales y extranjeros. Su sol, su clima, sus playas, su gastronomía y sobre todo el carácter de sus gentes hacen inolvidables estas visitas.

Esta vez hemos viajado a la Costa del Sol, no para zambullirnos en el Mediterráneo, no. Nuestro viaje era mucho más interesante y estaba más que justificado ya que íbamos para disfrutar una jornada de tentadero en El Rodeo, la ganadería situada en el mismísimo corazón de San Pedro Alcántara. En ella el ganadero Manuel Gavira se ha dejado su tiempo y media vida hasta conseguir que sus productos tengan la calidad suficiente para ser sinónimo de triunfo y éxito.

Y para paladear ese éxito, partimos en autocar (fletado por la Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba) para participar en un tentadero exclusivo para los alumnos cordobeses.

En los chiqueros aguardaban cinco vacas para el deleite y disfrute de los nueve alumnos que nos acompañaban.

Había que tentar temprano, por aquello del sofocante calor, y por eso la hora de salida se fijó a las seis de la mañana. Y a las nueve, tal como se había quedado con el ganadero, el autocar irrumpía en la finca.

La expedición la componían los alumnos Manuel Román, Andrés Membrives, José Antonio Cañero, Manuel Quintana, Luis Montero, Oscar Salcedo, Javier Caballero Sánchez, Miguel Ángel Rosa y "Joselito de Córdoba", acompañados del director de la Escuela Rafael González "Chiquilín" y los profesores Juan Antonio "El Califa" y Antonio Cañero.

Un viaje perfecto y al llegar a la finca nos aguardaba el titular de la ganadería Manuel Gavira y todos juntos nos acercamos a la plaza de tientas donde Ignacio terminaba de preparar el caballo de picar.

En total fueron dos eralas y tres becerras para los nueve alumnos que se desplazaron. Todos, sin excepción, se hartaron de torear.

El ganado salió tan bravo y noble que ninguno de los chavales quedó sin lucirse. Las vacas fueron en repetidas ocasiones, desde diferentes distancias, al peto del caballo, con bravura y codicia. Ninguna abrió la boca a pesar de haberle dado cientos de pases. Que categoría de ganado. Como merece la pena el sacrificio de criar un ganado que reporta tantas satisfacciones a su criador.

Fue un tentadero perfecto, donde ganado y toreros fueron capaces de fundirse en un binomio para realizar un toreo asombroso.

Enhorabuena al ganadero Manuel Gavira quien, además, tuvo la gentileza de obsequiar a los expedicionarios con un suculento almuerzo. Es una satisfacción que en Andalucía se críen toros con esta casta, bravura y nobleza y que haya personajes de la categoría humana de Manuel Gavira.

Sepa Vd. señor ganadero que nos llevamos un recuerdo imborrable de esta nueva visita a su casa de la Costa del Sol. Y siempre hemos disfrutado con el juego de su ganado, nosotros y los toreros. Que todo en la Costa del Sol no va a ser playa y bikinis. Que en esta bendita Costa del Sol hay tesoros por descubrir...

COMENTARIO ANEXO

Líneas aparte merece el profesor Antonio Cañero (padre de uno de los alumnos). Un hombre enamorado de la tauromaquia en toda su dimensión, que lleva cerca de veinte años ligado a la Escuela cordobesa y que en sus años de juventud tentó la suerte para convertirse en torero de postín. Llego a torear un buen puñado de novilladas pero en esta profesión la suerte juega una baza importante. El caso es que nunca se desvinculó de la Fiesta y por eso hoy, con una ilusión renovada e inagotable, disfruta enseñando y orientando a los alumnos. Y como ejemplo tomando una muleta le enjaretó a la vaca una serie de muletazos de toreo antiguo, con gran sabor y pureza. Aquí queda el testimonio gráfico.

Enhorabuena Antonio, hay que ser torero hasta el final. Y si a esa afición desmedida unimos tu calidad humana, el puzzle resultante es un ser de gran categoría.

ALUMNOS DE LA ESCUELA EN EL TENTADERO

MANUEL ROMÁN