LOS
TOROS VUELVEN A LA CORDOBESA PLAZA DE LA CORREDERA
Ladislao Rodríguez Galán fotos: Ladis
La plaza de la Corredera de Córdoba es la
única plaza Mayor de Andalucía. Fue construida en 1683 por el arquitecto
Antonio Ramos Valdés, por orden del Corregidor Francisco Ronquillo Briceño.
Se la conoce como de la Corredera por las funciones de cañas y toros que en ella se celebraban, pero también albergó la cárcel, el mercado de abastos y entre sus muros se celebraron autos de fe y se produjeron ejecuciones de la Inquisición y de la guerra de la Independencia.
En
1796 visitaba Córdoba el Rey Carlos IV y se organizó en su honor una función de
toros en la Corredera que no fue del agrado del Monarca y dictó una ley
prohibiéndo las.
Sin embargo se siguieron dando corridas de
toros hasta 1846 que se inauguró la plaza de toros de Los Tejares.
Pero hace poco los toros han vuelto a este recinto histórico (que en 1981 fue declarado Monumento Histórico Artístico). Y han vuelto gracias a Manuela Palomo Pérez que ha introducido en su negocio el esparto y por tanto todo lo confeccionado con él y ahí está presente el toro.
No son toros de carne y hueso, son toros de
esparto...pero a la postre toros son.
Es curioso y atractivo ver las cabezas de
toros, de diferentes tamaños, colgadas en las paredes de un negocio, que durante
más de sesenta años estuvo dedicado a droguería.
Una manualidad artística que se ha puesto
de moda y ella misma confecciona a la vista del público, una labor que le
enseñó su abuelo, quien desde la guerra civil, en la calle Armas, poseía un
negocio de espartería y albardería, negocios muy abundantes en aquella época.
Manuela, mujer simpática y agradable, de
rápida y amena conversación, es además, una excelente pintora y amante del
flamenco.
Y si le pregunta por la anécdota de su vida
en tantos años en la Corredera, le contara que "un día estaba montando mi exposición de muebles en la puerta y
veo un grupo de personas que se acerca. Cuál no sería mi sorpresa que era la famosa actriz Ava Gadner que estaba rodando una película en
Córdoba y aprovecho un descanso en el rodaje para conocer la ciudad. Me saludó
muy cariñosamente y prosiguió su recorrido por la zona".
No lo olviden. Cuando bajen a La Corredera
no dejen de visitar este negocio peculiar, que muestra sus existencias a la
antigua usanza, o sea, expuestas en la calle. Manuela les regalará una sonrisa.
Que en los tiempos que corren no es poco.
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