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miércoles, 1 de julio de 2020


ANTONIO PORTILLO PEINADO
LA FIESTA PIERDE UN DEFENSOR A ULTRANZA Y LA CIUDAD A UN CORDOBÉS IRREPETIBLE
Ladislao Rodríguez Galán
Por mucho optimismo que tengamos, la vida no deja de golpearnos, y algunas veces, como en esta ocasión, con demasiado dureza. Un mensaje fue suficiente para dejarme KO. "Ha fallecido Antonio Portillo Peinado. No tengo más datos".
Tremendo mazazo, porque Antonio Portillo era de esas personas entrañables y amigo de verdad, que además, cuando hablaba sentaba cátedra.
A Antonio lo conocía de siempre, porque en Córdoba.  la gente del toro nos conocemos todos, aunque nuestra relación sea mínima. Asistí a  sus conferencias, porque era imposible que no te sorprendiera con un nuevo  dato desconocido. 
Era muy enriquecedor escucharlo.
Luego, con el paso del tiempo nos hicimos íntimos. Nos unía la misma pasión: el toro. Y en este tema era un verdadero maestro defendiendo siempre la pureza de una Fiesta que algunas veces raya en la vulgaridad, por no seguir los cánones establecidos.
Cuando Antonio formó parte de la directiva de la Casa del Toreo, se empeñó en levantar esta asociación y lo hizo, no sin tener que luchar, a base de organizar actos de suma categoría. La Casa del Toreo, gracias a Portillo, tomó unos vuelos impensables, de la mano y la imaginación de este investigador taurino incansable.
Yo colaboré infinidad de veces con el suministrándole fotografías para sus documentadísimas conferencias y artículos. Le gustaba escudriñar en la vida de cualquier personaje para lograr datos e información desconocida hasta entonces. Y lo conseguía. Por eso sus conferencias, artículos o participación en cualquier mesa redonda era una fuente de información inagotable.
Antonio, además, poseía una colección de carteles taurinos, enriquecida con ejemplares del siglo XVIII y XIX, completísima. Varias veces estuve en su domicilio para reproducir alguno y recuerdo que me encantó lograr el cartel de la inauguración de la Plaza de Los Tejares en 1846. Poseía un archivo histórico de muy alta categoría.
Hoy 30 de junio Antonio nos ha dejado por sorpresa. Sin avisar. Estaba así escrito. Solo nos quedan las lágrimas y el recuerdo de un ser entrañable que hizo muchísimo por los cordobeses desde su máxima responsabilidad en Vimcorsa y por la Fiesta de los Toros, con su investigación constante.
Este humilde blog se engrandeció muchas veces con sus escritos y reflexiones. El hombre se ha ido, pero quedan sus textos, llenos de vida y sabiduría.
Sabido es que no mueres mientras se te recuerde. Y a Antonio lo recordaremos siempre como un ser irrepetible, lleno de humanidad y una gran generosidad.
Descansa en paz querido y admirado amigo y a tu familia mi más sentida condolencia.

BREVE SEMBLANZA DE ANTONIO PORTILLO PEINADO

En el cordobesísimo  barrio de San Pedro, justamente en la casa nº 8 de la calle Carlos Rubio vino al mundo Antonio Portillo Peinado. Precisamente en esta histórica casa se conservan unos baños califales que dieron, antiguamente a esta arteria,  el nombre de calle del Baño.
Antes de estudiar Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, toda la enseñanza primaria y secundaria (12 años en total) la realizó en el colegio La Salle.
Con la titulación conseguida desarrolló su actividad profesional libre como arquitecto, tanto en edificación como en urbanismo. A partir de 1984 se vinculó profesionalmente con el Ayuntamiento de Córdoba hasta 2007. En este periodo de tiempo estuvo, algo más de cinco años, como Jefe del Departamento de Ordenación Urbana y 18 años como Gerente de la Empresa Municipal de Viviendas de Córdoba (VIMCORSA). Su paso por esta empresa municipal le ha dejado especialmente satisfecho, por una parte por haber llevado a VIMCORSA a los primeros lugares de entre las empresas públicas de vivienda por su productividad y solvencia profesional y económica, al menos hasta 2007, fecha en que dejó su dirección.
No podemos olvidar que bajo su mandato se realizaron para los cordobeses los principales aparcamientos públicos (la Victoria, Renfe, La Ribera, etc...). Siempre se recordará su gestión como algo enormemente positivo para nuestra ciudad. Y es que la mayor virtud profesional de Antonio Portillo es la perfección y la entrega total en sus compromisos, lo que le ha supuesto numerosos éxitos a través de su carrera. Como lo demuestra la consecución de un premio nacional a la gestión de viviendas y rehabilitación, ya que fue elegido presidente de la Asociación Española y también de la Andaluza de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo ( AVS).
Asi mismo fue vicepresidente de CECODHAS, que es el organismo que aglutina a los promotores de Vivienda Social en Europa. Y además tuvo el altísimo honor de representar a España, como promotor público, en diversos foros europeos ( Francia, Italia, Bélgica, Noruega, Suecia, República Checa, Hungría, Alemania y Portugal), así como en New York en la sede de la ONU en el Congreso Hábitat V (dos meses y medio antes del atentado de las torres gemelas).
En su etapa de Jefe de Ordenación Urbana del Ayuntamiento, gestionó dos convenios importantísimos para la ciudad: El Patriarca, mediante el que se consiguió salvar el bosque que hoy podemos disfrutar libremente y RENFE mediante el que el Ayuntamiento adquirió todos los terrenos que han propiciado las principales actuaciones urbanísticas de Córdoba, pues el precio que le arrancó al Director General de Patrimonio de Renfe ( algo más de trece millones de euros) permitió que a través de Telfeco y Procórdoba, las arcas municipales obtuvieran unos beneficios que le han permitido llevar a cabo las actuaciones del propio sector Renfe y del entorno del río Guadalquivir en la zona de Miraflores.
Portillo vive por y para su profesión, pero en su vida privada, además de su familia ( dos hijas y dos nietos), goza enormemente con sus dos grandes aficiones: los toros y el cine, sin olvidar que le atrae mucho conversar porque dice que siempre se aprende: hay que saber escuchar para tener opinión.
Sin embargo, yo que le he conocido muy bien, entiendo que para alcanzar el triunfo, aparte de rodearse del mejor equipo, es fundamental el trato exquisito con todos. Y en eso Antonio Portillo Peinado era un consumado maestro.





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