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LA OPINIÓN DE LA AFICIÓN

JOSÉ MARÍA BLANCO SERRANO

AFICIONADO

Ladislao Rodríguez Galán

José María y su esposa Pepi son aficionados de kilómetros. O sea de desplazamientos largos para ver toros. Te los encuentras en cualquier plaza. Viven el espectáculo de los toros con total intensidad, pues desde que eran novios comparten esta bendita afición y ambos son muy entendidos con un razonamiento sobre sus opiniones muy contundente. Lo que se llama aficionados de pro. No en vano José María ha sido distinguido por la Tertulia Taurina "La Montera" con el título honorífico de "Aficionado Ejemplar".

La afición le viene a José María desde niño de la mano de su padre que lo llevaba a los toros a "Los Tejares". Luego su padre fue contratado por la empresa Firga y Construcciones propiedad de Manuel Benítez "El Cordobés" y estuvo realizando trabajos en la finca La Hacienda y en Villalobillos. En ese tiempo tuvo oportunidad de relacionarse con el torero y algunas veces llevaba al niño a las fiestas que se organizaban, donde toreaba todo el que quería...y podía.

Luego ya jovencito, trabajando de mecánico en un taller, se escapaba con cualquier excusa y asistía a las numerosas capeas que se celebraban en las fincas ganaderas de la provincia. También en la barriada de El Higuerón se celebraban fiestas taurinas con vacas, y allá que se iba José María a torear lo que podía. Hasta que una vez una vaca vieja (que es lo que se soltaba entonces) le dio un varetazo corrido en el muslo. Ese día estaba en bañador. Allí dejó nuestro hombre las ganas de ser torero, pero no su afición porque esa la lleva muy dentro.

José María es simpatizante de muchas peñas pero no pertenece a ninguna. Participa en las distintas actividades pero sin responsabilidad. Solamente por amistad con Florencio Casado "El Hencho" estuvo en la peña que unos amigos del barrio de las Margaritas le dedicaron al valiente torero. Pero de eso hace ya muchos años.

José María está felizmente jubilado y disfrutando, junto a Pepi, de su primer bisnieto.

Con el charlamos brevemente sobre el problema del coronavirus, que nos tiene confinados en casa, y su incisión en la Fiesta de los Toros.

- Esta temporada va a ser un auténtico desastre para la Fiesta de los Toros. ¿Cómo ve Vd. la situación?.

- Muy complicada. Se ha alterado por completo todos los planes de la temporada. Veremos cómo queda esto

- Hemos visto atónitos, por inusual, como se han suspendido las ferias taurinas más importantes ¿Que repercusión piensa tendrá en la economía de España?.

- Imagino que a nadie se le escapa que va a influir muchísimo en la economía española, sobre todo en las localidades que viven prácticamente del mundo del toro todo el año, como Pamplona.

- Como ve que las principales ferias (Valencia, Madrid, Sevilla, Córdoba...) se celebren en el verano y otoño, fuera de su fecha habitual?.

- Los aficionados de verdad vamos a responder. Otra cosa es que se celebren escalonadamente. Dejar todo para el mismo mes, es una barbaridad. Ni los toreros pueden estar en todos los sitios a la vez ni los aficionados.

- Es necesario en este momento, más que nunca, que el Gobierno apoye a la Fiesta?.

- La Fiesta de los Toros nunca ha tenido un respaldo del Gobierno. Solo palabrería. Lo que pasa es que la tauromaquia ha sabido salir para adelante sola. Pero en esta ocasión no vendría mal un achuchoncito.

- Cree que esta crisis repercutirá en el futuro inmediato de la Fiesta de los Toros?.

- Hombre ya ha alterado el calendario. Pero si se hacen las cosas bien, no tiene por qué. Esto pasará y todo volverá a la normalidad. Esperemos.

- Confía que  dentro de un año todo vuelva a  ser como antes?.

- Si dominamos al virus y la normalidad vuelve a nuestras vidas seguramente. La Semana Santa, las Fallas y las ferias importantes volverán a celebrarse porque son del pueblo.

- Que es lo primero que va a hacer cuando pueda salir a la calle?.

- Ahora veo a mis nietos y bisnieto a través de la cámara del ordenador. Hablo con ellos pero en cuanto salgamos mi mujer y yo nos los vamos a comer a besos a ellos y a mis hijos. Luego la vida tiene que seguir.