CLASE PRÁCTICA EN PRADO DEL REY
EL ALUMNO DE LA ESCUELA DE CÓRDOBA,
JOSÉ ANTONIO ORTIZ DE LLERA, BORDÓ EL TOREO.
A CUATRO DE LOS CINCO EJEMPLARES DE "EL
RODEO" SE LES DIO LA VUELTA AL RUEDO
Ladislao Rodríguez Galán
Con que enorme satisfacción se vuelve a Córdoba tras
presenciar un espectáculo completísimo, tanto por la magnífica actuación de los
chavales como por el extraordinario juego del ganado.
El ambiente de este precioso pueblo blanco de la provincia de
Cádiz, fue envidiable. Público de todas las edades abarrotaba los graderíos del
campo de futbol (donde se montó la plaza) y no se cansó de animar a los jóvenes
valores de la tauromaquia que dieron todo ante un ganado de excepción.
Esta Clase Práctica, montada por Eduardo Ordóñez, responsable
de la Escuela Taurina de Ubrique, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento y
algunas firmas comerciales de la localidad, se hizo coincidir con las Fiestas
Patronales de Ntra. Sra. del Carmen, días en que el pueblo recibe infinidad de
visitantes. En el festejo participaron alumnos de las Escuelas Taurinas de
Ubrique, Córdoba, Chiclana y San Fernando que lidiaron reses, muy bien
presentadas y de buen juego, del hierro de El Rodeo.
Tras el paseíllo hubo una breve exhibición de alumnos
infantiles de la Escuela de Ubrique: Juan Manuel Viruez, Rubén Fernández, Pepe
Casilla, Francisco de Paula, Adrián Ortega, Hugo Pérez, Mario Torres, Javier
Caro, Rodrigo Sevillano y Ángel Pérez que lucieron sus habilidades y
enseñanzas, tanto con el capote como con la muleta.
Abrió cartel el representante de la Escuela Taurina de
Córdoba José Antonio Ruiz de Llera que recibió a su enemigo con tres largas
cambiadas de rodillas para luego ir abriéndose con verónicas hasta el centro
del ruedo donde remató con una media, consiguiendo las primeras ovaciones de la
tarde.
Ya con la franela, situado en el
platillo central llamó al becerro para darle un par de pases cambiados por la
espalda y continuar toreando en redondo con empaque y torería.
Fueron varias
series, de mucho calado y rematadas con ajustados pases de pecho, que los
tendidos jalearon con fuerza. Con la zurda, más de lo mismo, un chaval
enfibrado y relajado toreando despacio, con temple y mucho gusto y sentimiento.
Fue una faena rotunda, larga y sabrosa, de muy altos vuelos, donde José Antonio
disfrutó y nos hizo disfrutar a todos los presentes. No faltaron descarados
desplantes.
Y como guinda al pastel unas
ajustadas manoletinas de rodillas que acabaron con la entrega absoluta
del respetable. A la hora de montar la
espada hubo voces, incluso, que pidieron el indulto del animal. Y con la tizona
no anduvo fino el extremeño, echando por la borda un meritorio triunfo.
Necesitó de tres agresiones, pero con todo y eso paseó una oreja (tras aviso)
entre el beneplácito general.
Ni que decir tiene que el director de la Escuela
cordobesa, "Chiquilín" y el profesor "El Califa" estaban
más que satisfechos con este chaval, muy solvente toda la tarde, que dejó el
pabellón a una gran altura.
En segundo lugar intervino José Antonio Orellana, de la
Escuela Taurina Comarcal de Ubrique, que estuvo a la altura del animal que
tenía enfrente, bravo, noble y repetidor. El chaval lo recibió con una larga
cambiada al hilo de las tablas y unas toreras verónicas para rematar con una
media. Con la muleta supo aprovechar las buenas condiciones del becerro y le
enjaretó una faena muy variada que fue constantemente ovacionada por el
público. Al fallar con la espada solo paseó una merecida oreja.
Seguía en el orden de lidia Álvaro Domínguez "El
Cumbreño", de la Escuela Taurina "Rafael Ortega" de San
Fernando. Se enfrentó al único animal que no fue premiado con la vuelta al
ruedo. El becerro tuvo sus complicaciones que el joven supo solventar
imponiendo su torería y conocimientos. Fue una faena donde la técnica acabó
imponiéndose a las ásperas embestidas. Mató bien y paseó las dos orejas ganadas
a pulso.
En cuarto lugar se soltó un becerro para los alumnos de la
Escuela de Ubrique José Luis de la Torre, Juan José Gómez, "Miguelito" y Ángel
Pérez, que torearon muy requetebién al
encastado animal. Cortaron dos orejas y pasearon los trofeos entre ovaciones.
Cerraba el festejo Darío Cañas, de la Escuela Taurina
Francisco Montes "Paquiro" de Chiclana que lidió un eral, al que
recibió de hinojos. El animal tuvo un comportamiento igual que sus hermanos de
camada, fue bravo y noble y dejó hacer a su lidiador, que demostró que está
para labores mayores. Darío se hartó de torear por ambos pitones con la
cadencia y tranquilidad que da la experiencia. Labor muy completa. Mató de
estocada y fue premiado con las dos orejas y el rabo, saliendo en hombros junto
a "El Cumbreño" y el mayoral de la ganadería.
Gratísimo festejo donde las ansias y los deseos de los
chavales por triunfar, se vieron complacidas con un encierro de categoría, ya
que a los becerros primero, segundo y cuarto y al eral, se les premió con la
vuelta al ruedo.
Las dos horas y media de duración de la clase práctica, se
hicieron muy amenas debido al buen toreo que se pudo presenciar, el buen juego
del ganado y a un público entusiasta que no dejó de animar.
Tras reseñar que los lidiadores estuvieron auxiliados por sus
compañeros Mario Sánchez, Alfonso Vázquez y J. Luis Sánchez, solo me resta
felicitar a la organización por el éxito obtenido en todos los aspectos.
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