Ladislao Rodríguez Galán
Ha terminado la feria taurina con un bagaje muy negativo. El
público sigue dando la espalda a la plaza y esto no tiene visos de arreglo. La
cuesta abajo, iniciada hace años, ha tomado una velocidad de vértigo. En la
primera corrida un cuarto de plaza, en la segunda se rondó la mitad y en la de rejones
la entrada más pírrica que he visto en los cincuenta y cuatro años de la plaza.
¿Quién tiene la
culpa?. Yo creo que entre todos la mataron y ella sola se murió (como reza el
dicho popular). ¿Por donde hay que comenzar para enderezar la situación? No lo
sé, pero no se ha puesto freno al descalabro y de aquellos polvos estos lodos. Esto
está difícil, muy difícil...
Yo, como desde la
fecha de inauguración en 1965, he estado con mi cámara intentado recoger todo
lo que acontece en cada festejo. Y como la cámara estaba allí, captó estas imágenes que les muestro. Siendo
la más triste y dolorosa la última...ya verán porqué.-
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