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lunes, 10 de junio de 2019

CORDOBA: LA "NO FERIA" TAURINA




Escribe: José María Portillo Fabra
Presidente de la Tertulia Taurina "El Castoreño" del Real Círculo de la Amistad.

Durante 29 ediciones, la Tertulia Taurina "El Castoreño" ha venido organizando en el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad el Pregón Taurino de la Feria de Córdoba. Pero el presente año me hice una pregunta al enfrentarme a la tarea: ¿Dos corridas de toros de a pie, organizadas una de ellas en un recinto ya previstamente casi vacío, y  la otra con ese recinto previstamente medio vacío, situado además el recinto a cuatro o cinco kilómetros de los farolillos,  la bulla, las casetas y  la antiguamente llamada "Calle del Infierno", separados toros y fiestas por una ciudad absolutamente vacía, en la cual no se veía ni siquiera un cartel de toros, podrían identificarse por alguien como una feria taurina? Pues no. Porque una feria taurina, por definición, debe inundar la ciudad con su ambiente, con ese aroma a toros que se iniciaba en las taquillas de "La Teatral" situadas en Las Tendillas, seguía con la estatua  ecuestre de "Lagartijo" incorporando  al Gran Capitán, y c en los escaparates de las calles Gondomar, la de "Guerrita" por antonomasia, y Concepción, la de "Machaquito", extendiéndose por bares, restaurantes  y hoteles de toda la ciudad, desde la Calle de la Plata hasta el final de la Ciudad Jardín para desembocar en el coso de Los Califas, sembrada Córdoba de carteles que eran un grito en la pared diciendo: "¡A los toros!".  Y la tauromaquia estaba presente, por ósmosis, en todos los rincones de la ciudad, de Santa Marina a la Casa de Manolete, del jardín del Alpargate al Campo de la Verdad. Eso era la feria taurina. Algo que alcanzaba a todos. Algo, por tanto, mucho más importante que las propìas corridas de toros. Pero en el presente año toda la ambientación la constituían pobrísimas octavillas y dos voluntariosos escaparates con motivos alusivos. 


Dos tardes a pie y una a caballo y la becerrada de convite a las mujeres que por amor propio organiza el Círculo Taurino. Y nada más.  En todo el año.
De forma que considerando lo anterior, modifiqué el  titulo de los carteles del pregón, que siempre había sido el de Pregón Taurino de la Feria de Córdoba, por una mención que permitiera anunciarlo sin ser tomados a broma. Y opté por titularlo sencillamente Pregón Taurino de Córdoba, porque en nuestra ciudad, aunque no exista la feria taurina, lo taurino siempre será digno de ser pregonado. 
Y así pronunciaron un magno Pregón Taurino para Córdoba la doctora María Ángeles Grajal y el  histórico maestro Jaime Ostos, oradores de excepción que dedicaron sus palabras a una ciudad excepcional dotada de una tauromaquia también excepcional. Y se reprodujo en el Salón Liceo un verdadero ambiente de feria taurina, de Feria de Córdoba de las de antes.  ¡Cómo disfrutó el maestro Jaime asediado por admiradores y coleccionistas de  fotos, igual que cuando entraba capote al brazo en los patios de cuadrillas! ¡Y cómo se emocionó abrazando a sus alternantes de otras épocas como José María Montilla, El Puri y Manolo Sánchez Saco!  ¡Y qué nostalgia para los cordobeses más recientes ver otra vez  mano a mano a "Finito" y a "Chiquilín"! Y después, María Ángeles se entregó en un Pregón lleno de belleza y majeza y rotundo desde el título, y lleno de sapiencias y experiencias vividas en el mundo del toro, porque quienes hablan bien sobre el mismo son quienes lo conocen desde dentro.


Ocupados los trescientos asientos instalados en el Liceo, el prólogo de la Banda Cristo del Amor, titular de la plaza de toros, dirigida por el maestro José Antonio, aportó sonidos de feria taurina, y la  violinista Eles Bellido, con sus sevillanas dieciochescas puso el ambiente de feria que no había en la ciudad. Y como despedida, la copa de vino en el Patio del Claustro vestido de caseta con farolillos.


Pero como en el famoso poema, pasaron pronto los días de  vino y rosas, y Córdoba ha vuelto a ser la ciudad sin feria taurina. Y dentro de muy poco será la ciudad sin toreros ni toros. Pero el Pregón Taurino de Córdoba subsistirá. Van a ver ustedes el del año que viene.


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