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viernes, 10 de mayo de 2019

DAVID GAVILÁN "FUENTES BOCANEGRA" SE ENTRENA EN EL CAMPO



Ladislao Rodríguez Galán
La recuperación del joven becerrista David Gavilán "Fuentes Bocanegra" va avanzando positivamente según pasan los días. El chaval asiste a las clases semanales de la Escuela Taurina y para verse ante un enemigo de envergadura ha toreado un eral en  la ganadería de Moreno Silva.
Hasta allí acudimos con la sensación de que íbamos a pasar una buena tarde, pues el año pasado venimos en dos ocasiones, también con él, y el juego del ganado y su disposición nos indicaron que estábamos asistiendo al embrión de un futro torero. Luego, ya se sabe, son muchos los factores que tienen que incidir para cuajar, pero por el chaval no va a ser. Tiene ganas, asimila muy bien las calases que recibe y sobre todo tiene el toro en la cabeza. Y eso es lo más importante.

Salió el novillo y enseguida David  le hizo frente con el capote. El animal acudía presto y , una vez que lo sujetó,  le enjaretó varias verónicas muy ajustadas con los pies clavados en el suelo. Dos picotazos y enseguida la franela. El novillo atendía muy bien por ambos pitones y David se hartó de torear. Con un animal así se calibra la capacidad del torero. No es lo mismo un novillo tardo que uno bravo que no se cansa de embestir y apenas te deja ponerte en el sitio. 
Llegó un momento, por lo largo de la faena, que el chico acabó agotado, entonces, mientras tomaba un poco de aire su compañero de escuela Carlos Fernández, que había venido a ayudar , toreó con ambas manos muy requetebién. Recuperado David siguió toreando y como el animal no se cansaba fueron innumerables los muletazos que le endilgó al bravo y encastado animal.
No faltaron, como es natural en los principiantes, las lógicas volteretas que en vez de amilanar al chico lo espoleaban  para volver con rabia a la cara del toro.
 Actitud muy encomiable porque eso demuestra los deseos de superación de uno mismo.
La tarde, como ya preveíamos, fue muy entretenida y a David lo vimos muy relajado y muy dispuesto. Eso es bueno, porque además siguió los consejos que desde el burladero le daban el director de la Escuela "Chiquilín" y su profesor "El Califa".







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