Ladislao
Rodríguez Galán
Cuando la directiva
del Círculo Taurino de Córdoba, del que depende la Escuela Taurina, y el
director artístico Rafael González "Chiquilín" tomaron la decisión de
nombrar como profesor de la misma al novillero Juan Antonio García "El Califa",
lo hicieron como reconocimiento a una trayectoria profesional limpia y
ejemplar. Primero como novillero y después como subalterno cuando, por culpa de una tremenda
cornada, tuvo que renunciar a su sueño de ser matador de toros, y se enfundó el
vestío de plata para trabajar a las órdenes de los más afamados rejoneadores de
la época, comenzando por Ángel Peralta y concluyendo su vida laboral con Andy
Cartagena.
Juan Antonio nunca se despegó del mundo
taurino y valiéndose de sus
conocimientos y contactos ayudó a varios chavales en esta larga andadura. Pero
la llamada de la Escuela Taurina significó para él volver a sentir, como
propias, las ilusiones de triunfar.
Porque estar con los
chavales, inculcarles tus propios conocimientos y experiencias y saber que un
día aprovecharan todo eso en beneficio propio, reconforta y estimula.
Y la llegada de "El Califa" a la Escuela cordobesa
ha sido un gran acierto. La apuesta del Círculo Taurino ha dado un resultado
óptimo. Los mejores jueces son los propios alumnos y según he podido constatar,
pidiéndoles opinión, valoran muy positivamente a su profesor, porque según me dicen,
Juan Antonio es muy agradable y educado en el trato y siempre les corrige los defectos
de una manera amable. No da voces y sobre todo les repite que no olviden los
estudios, que junto a la educación deben ser los mejores pilares en los que deben
apoyarse. Y en cuanto a los consejos que reciben dicen que son de gran utilidad
para cuando salen al campo a torear. En definitiva que están encantados con él.
Como aficionado y
admirador de la labor que desde hace más de cuarenta años realiza la Escuela
Taurina de Córdoba, me congratulo de que los chavales estén asesorados y
dirigidos por el buen hacer de profesionales cualificados que conforman el
excelente equipo formado por
"Chiquilín", Juan Antonio y
Antonio Cañero.
Para todos los que hacen a diario una Escuela Taurina más humana y
eficaz, mi mejor ovación.
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